Las tecnologías emergentes aparecen en las sociedades, primero, como un fenómeno intrusivo, pueden devastar los modus operandi en boga para promover otros, requieren un amplio número de adoptantes tempranos (early adopters) que las abrazan y pregonan y pueden cumplir varios ciclos de adopción hasta su total apropiación por parte de la sociedad o pueden ser rechazadas o parcialmente adoptadas. Después del hito global en noviembre de 2022 al conocerse públicamente las capacidades de la Inteligencia Artificial Generativa (Gen Al, su uso más común en inglés) por el acceso masivo al Chat GPT con sus modelos de lenguaje grandes (GPT-3 y luego GPT-4), la perplejidad mundial dio paso a la proliferación de aplicaciones de IA para los usos más diversos, no todas basadas en la inteligencia artificial generativa, pero que aprovechan la curiosidad global en la temática.

Así, áreas de la IA con años en el mercado como aprendizaje mecánico, aprendizaje profundo y visión computacional se revitalizan integrándose y aprovechando los avances de la Gen Al en el procesamiento de lenguaje natural para fomentar una pléyade de aplicaciones que aunque es vasta, está claro que son sólo el principio.

Conscientes de este entorno convulso y de la transformación digital que enfrenta la educación superior a tenor de los tiempos, surge la iniciativa en Vicerrectoría de Investigación de la definición de una hoja de ruta, que en conjunto con sus homólogos de Docencia y Extensión, dote a la Universidad Nacional de un derrotero claro, una estrategia, que aborde las tres dimensiones: humana, tecnológica y la interacción humano-inteligencia artificial para que de la vorágine digital emerja una institución fortalecida en su capacidad de generar conocimiento éticamente y de responder efectivamente a los retos de la sociedad costarricense.